Somos cuerpos comunicantes: de dentro a fuera, de fuera a dentro. La comunicación es un proceso pluridimensional en el que intervienen la palabra, el gesto y lo que queremos transmitir al otro, contextualizado en un entorno cultural y social.
Desde el movimiento y la palabra emitimos mensajes; mi tarea es afinar nuestras herramientas para comunicarnos con nosotros mismos y con los demás, potenciar lo mejor de cada uno y acompañar en ese camino. Dar luz a quienes somos y lo que necesitamos expresar desde la conciencia y la alegría de vivir.
El cuerpo, la creatividad, la acción y el movimiento son espacios desde los que habitar el mundo y comunicarnos en el plano social; también son recursos que tenemos para contactar con lo esencial de nosotros, mantener nuestra salud y alimentar la felicidad.
Estos elementos, junto a las artes escénicas, constituyen diferentes lenguajes que dan lugar a diferentes propuestas.
Defino lo que hacemos como una dramaturgia de lo espontáneo: trazar líneas entre puntos de conexión, trenzar historias con lo que subyace y lo que emerge. Y me gusta crear desde un lema que me acompaña hace tiempo: del cuerpo a la palabra. Y es que todos los lenguajes son vías complementarias para poder expresarnos y vivir de una forma más plena.